miércoles, 2 de julio de 2008

Relaciones y educación en AVAs (romper con el imaginario colectivo)


La relación entre el docente virtual y su estudiante puede llegar a una cercanía simbólica si el facilitador cumple de manera responsable con sus labores de tutor, asesor y, por supuesto, evaluador.

Esto, a diferencia de quienes piensan que la comunicación (y la educación) mediada por computador carece de sentido emotivo en tanto que obedece a una instrumentalización, nos da para corroborar lo que expresa Laura en relación con la motivación del estudiante cuando siente que su docente lo evalúa con sentido crítico y propositivo.

Esto es, a modo de ejemplo, como cuando sentimos que es peor incumplirle a alguien cercano a nuestros afectos que a un desconocido. De la misma manera, el estudiante se verá en la "obligación" moral de responder adecuadamente a las actividades sugeridas por el facilitador; de allí la importancia de una comunicación efectiva y constante entre estos dos actuantes y, no sobra insistir, el trabajo concienzudo del docente virtual.

Por otro lado, me identifico con Laura al cuestionar la calidad evaluativa de los mecanismos de medición estatales en Colombia, como el ICFES y el ECAES y, por esa misma vía, difiero de ella al plantear que las pruebas de selección múltiple “resultan fáciles de ser copiados”. En mi concepto, la intención de plagio puede verse entorpecida cuando dichas preguntas plantean análisis serios que den cuenta del proceso formativo del estudiante.

Pero, precisamente porque sucede lo contrario, es que tales exámenes estatales son considerados como un desacierto (y una frustración para muchos). Lo anterior, dado que gran parte de las pruebas se sustentan en ejercicios mnemotécnicos caducos, pues está comprobado que la memoria humana es de corta duración en ciertos ámbitos educativos en que el conocimiento es introducido casi a la fuerza (como dentro de un tubo, diría mi madre).

Puede hacerse una analogía de este tipo de “inyección” del conocimiento y su posterior evaluación con una teoría de la comunicación llamada “aguja hipodérmica”. Siendo ésta de vieja data, trata de cómo los públicos son pasivos ante la gran cantidad de mensajes que los medios masivos están constantemente emitiendo; es decir, las audiencias son casi que víctimas.

¿Todo este “carretazo” para qué? Para apoyar lo leído en el contenido del curso y lo abordado por Laura en el post anterior, defendiendo la idea de que la educación en Ambientes Virtuales de Aprendizaje –valiéndose de múltiples recursos- constituye una manera más efectiva de interiorizar el conocimiento que la de algunos métodos empolvados de la educación presencial.

Para concluir, me cuestiona un poco la poca credibilidad que tiene la educación virtual frente a la presencial en el medio. Afortunadamente parece ir en aumento; hace poco hablaba precisamente con Laura de cómo un egresado de la modalidad virtual de educación como Horacio, compañero de esta capacitación, cuenta con un empleo de buen rango en una de las empresas más importantes de Antioquia y Colombia. ¿Acaso no demuestra esto cómo la educación mediada por AVAs puede ser tan efectiva como la presencial?

Creo que, en ese sentido, al imaginario colectivo le ha afectado la percepción de la educación virtual por aquella certera e institucionalizada retórica de que “en Internet todo es vertiginoso”. De verdad, pocas veces me ha tocado -en la presencialidad- sentarme con tanta calma a desarrollar actividades, aprender contenidos y demostrar competencias como en la educación virtual apoyada en AVAs.

4 comentarios:

Luz Yepes dijo...

Buen día Camilo, muchas gracias por su participación.
Quiero retomar la idea que expones frente a la credibilidad del aprendizaje en la educación virtual, considero que para ello hay que pensar en:

NUEVOS LENGUAJES, NUEVOS TIEMPOS

La educación, como actividad humana, está sometida al devenir histórico y, por tanto, a los cambios continuos que se derivan justamente de una humanidad que se va configurando de maneras distintas con el paso del tiempo.

La humanidad en su búsqueda incesante de creatividad y en su necesidad de llenar sus vacíos se aleja de la realidad natural y crea la realidad virtual. La aparición de los medios masivos de comunicación audiovisuales como la televisión, la computadora, la comunicación satelital e Internet han permitido una globalización de la información.

La utilización de estas posibilidades comunicacionales requiere que el ser humano elabore nuevos códigos para recibir y procesar adecuadamente la información. En este contexto la educación es fundamental como mediadora de las nuevas tecnologías para beneficiar el proceso de enseñanza-aprendizaje en ambientes infovirtuales.

Así, uno de los retos más importantes que aborda la educación de nuestros días se refiere a la responsabilidad que tiene frente al conocimiento y a la nueva manera de concebirlo fruto de la trasformación de la sociedad y la cultura.
La era digital, que ya estamos viviendo, trae consigo nuevos modelos de interacción social a los que debemos ir amoldándonos si no queremos quedar a un lado de la autopista. Utilizo esta imagen -la de la autopista- porque fue una de las imágenes inaugurales de esta era en la que la sociedad es una red: la autopista informática, la carretera electrónica en la que a diario se cruzan un número inverosímil de mensajes sin que se interrumpa el tráfico.
En el campo de la educación, el modelo de interacción está cambiando rápidamente. En la actualidad por medio de internet se están difundiendo múltiples posibilidades de avanzar en el aspecto profesional, y para ello debemos manejar nuevos códigos que nos permiten tener una mejor comprensión del pensamiento y de los lenguajes humanos.
Hoy en día interactuamos con un lenguaje técnico que se debe introyectar en la cotidianidad para dar paso a un nuevo paradigma educativo que brinde un sinnúmero de posibilidades en un mundo globalizante al que solo tienen acceso aquellos que tienen una visión amplia de las posibilidades que ofrecen los adelantos tecnológicos y su aplicabilidad en la problemática de la sociedad del conocimiento.
El formador del siglo XXI debe apoyarse en las redes de información y la comunicación, debe abrir espacios para el juego, debe liderar el saber para desempeñar con eficacia el papel de facilitador y tener conciencia de que su papel es el retar, abrir espacios para que los estudiantes construyan conocimiento por sí mismos y elaboren ese saber apoyándose en diversos medios y en múltiples fuentes de información.
Las posibilidades de acceso al conocimiento se ubican hoy en la adquisición, dominio y utilización de nuevos lenguajes y en la necesidad de la comunicación tecnológica. Quienes han querido entrar a nuestro sistema de estudio virtual han tenido que adquirir, dominar y utilizar el lenguaje propio de las nuevas tecnologías que hacen posible la comunicación; esto es lo que algunos denominan alfabetización informática.
Se debe tener en cuenta que el lenguaje privilegiado de la escuela en la modernidad es la palabra escrita y ha sido este el principal referente de la enseñanza. No obstante, el nuevo lenguaje se mueve en un proceso de la cultura visual e implica una nueva forma de organizar los procesos.
Concluyo que la educación virtual tiene la gran responsabilidad de generar cambios a través de la integración de la tecnología al proceso educativo, con el firme propósito de promover la formación de estudiantes más creativos e independientes, crear una cultura tecnológica e incorporar la actividad científica y docente al desarrollo tecnológico.

Nelson D. Roldán L. dijo...

Hola Camilo, Laura: me da mucho gusto hallarlos en estos escenarios en participaciones argumentadas y ponderadas desde la comunicación (ese viejo vicio del cual no nos podemos desprender los comunicadores)

No soy el facilitador virtual de esta inducción, pero sí estoy detrás bambilas desde otro rol. Me siento tentado a participar en este tema de la evaluación en AVA. Les quiero indicar a todo el grupo que es un tema que reclama hoy una línea de investigación clara y precisa porque es sencillamente un reto evalar y evaluar bien los aprendizaje esperados de los estudiantes en un ambiente virtual de aprendizaje.

Si tenemos claro que en la virtualidad los actores (facilitador virtual - estudiante) adquieren roles diferentes frente a una modalidad presencial, entonces, la evaluación de aprendizajes tiene que considerar también una cierta diferencia en su diseño, aplicación y valoración. La evaluación en AVA es mucho más que la medición cuantitativa de cuánta información leyó, exploró o enocntró un estudiante en esta modalidad virtual. Entonces, se trata de que el facilitador virtual demuestre habilidades y destrezas (competencia) para diseñar,programar y valorar las actividades de aprendizaje, de suerte que movilicen al estudiante a entregar productos y evidencias que den cuenta de las experiencias sustantivas de aprendiajes. En suma, que el facilitador virtual más no valore información o conocimiento abstracto sino aprendizajes traducidos en elaboraciones conceptuales propias (del estudiante), productos, proyectos.

Pongamos un ejemplo. Para un estudiante de comunicación social, en la modalidad educación virtual, que cursa su cátedra de radio I, más que pedirle que defina qué es radio comunitaria, es invitarlo a que cree, grabe y exponga al facilitador virtual y grupo de compañeros de curso, un clip de audio en el que entregue un concepto de radio comunitaria como fruto de sus reflexiones, consultas, entrevistas en el contexto donde vive o labora. Con esta sencilla actividad movilizamos al estdudiante a:

* Desplegar su creatividad narrativa que debe ser connatural a todo buen comunicador social.
* Utilizar las posibilidades comunicativas de los recursos disponibles en la red (software libre).
* Articular y comprender el contexto como parte del aprendizaje.
* Indagar, explorar, profundizar, investigar

Esta es mi humilde aporte al tema de la evauluación en AVAS, sin dejar de advertir que en virtualidad la evaluación bebe indefectiblemente de las fuentes de la presencialidad, pero que la imaginación pedagógica del facilitador virtual es quien dota de valor agregado los aprendizajes esperados de sus estudiantes.

Cordialmente,

NELSON D. ROLDÁN LÓPEZ

Anónimo dijo...

Buenas tardes compañero:
Con respecto al imaginario colectivo observo desde mi experiencia como docente de varias universidades, que la educación virtual aun esta desmeritada en colombia. Cuando un profesional dice que se graduó de tal carrera en una modalidad virtual, su receptor lo desmerita sin saber que un estudiante virtual invierte muchas más horas de calidad en su formación.
En pasados días en una institución de educación tecnológica se expuso la alianza entre esa institución y una universidad reconocida de Bogotá para realizar el ciclo profesional en ambiente virtual ¿Sabén cuántos estudiantes se matricularon? Cero. La respuesta de ellos fue muy conciente: Así nos toca estudiar más. !que tristeza¡

Unknown dijo...

Hola, Edwin.

La percepción errónea de la educación virtual aún tiene mucho terreno por podar.

En consonancia con lo que decís, la docente Herlaynne segura -una de nuestras expertas entrevistadas en el grupo LCD- se quejaba de cómo a los docentes que incumplen con su asistencia y sus responsabilidades los demás se refieren como "profesor virtual".

Falta entonces dar cuenta de que la virtualidad permite, como lo expresa el profesor Nelson Roldán, valerse de otras formas de narración que enriquecen el contenido.

¿Cómo cambiar esa percepción? Éste podría ser otro tema a debatir; yo por mi parte aprovecho cada vez que puedo para hablar de cuánto compromiso requiere trabajar en esta capacitación, por ejemplo.

Creo que además quienes tenemos cierta experiencia en este ámbito debemos incluir en nuestra retórica la idea expresada por la profesora Luz Marina Yepes, referente a los nuevos lenguajes que incurren con la llegada de nuevos tiempos.

Saludos.